Inodoros japoneses


Existen tres tipos de inodoros en Japón. El más antiguo es similar a una placa turca, y todavía es habitual en aseos públicos. Tras la Segunda Guerra Mundial, se hicieron comunes los inodoros con cisterna de tipo occidental. Los más modernos son ahora los inodoros con bidé incorporado, que están presentes en más de la mitad de las viviendas japonesas y son aún más populares en hoteles. En Japón estos bidés se suelen llamar Washlets (ウォシュレット), un nombre comercial de la empresa TOTO, e incluyen muchas funcionalidades avanzadas que raramente se ven fuera de Japón.
Los inodoros y las habitaciones que los contienen se conocen por varios nombres en japonés. El nombre más común es toire (トイレ). Toire es una abreviación de toiretto (トイレット), palabra incorporada del ingles toilet. Hoy día ambos términos se usan tanto para el inodoro como para la habitación en la que se encuentra. El inodoro en sí mismo se llama benki  (‘dispositivo de excrementos’). 

El inodoro tradicional de estilo japonés (和式, washiki) es una placa turca, básicamente un urinario puesto en horizontal sobre el suelo. La mayoría están hechos de porcelana, aunque en algunos casos (como en los trenes), también se hacen de acero inoxidable. En vez de sentarse, el usuario se agacha sobre el aseo mirando hacia la pared que está tras el inodoro. Una especie de canalón recoge los residuos, en lugar de la taza llena de agua que se emplea en los inodoros occidentales. El resto de los aparatos, tales como la cisterna y las tuberías, pueden ser idénticos a los del inodoro occidental. Tirar de la cadena hace que el agua empuje los residuos desde el canalón hacia un desagüe que desemboca en el sistema de alcantarillado. La cisterna a menudo se maneja de la misma forma que en los inodoros occidentales, pero algunos tienen en su lugar manillas para tirar o pedales en el suelo. 


Hay dos variaciones comunes: una en la que el inodoro está al mismo nivel que el suelo, y otra en la que se encuentra elevado en una plataforma a unos 30 cm de altura. Quizas para muchos extranjeros es dificil mantener el equilibrio agachado en estos inodoros y a menudo se agarran de la tubería que hay al frente, que a razón de ello ha recibido el apodo de «barra de los gruñidos», a causa de los sonidos que se emiten mientras se toma de la susodicha barra. (XDDD)


Si la fontanería está oculta o no es suficientemente robusta, a veces hay instalada una asa específicamente para que el usuario mantenga su equilibrio. Otra estrategia usada frecuentemente por los extranjeros para evitar cualquier posible accidente embarazoso es desnudarse completamente de cintura para abajo y colgar su ropa antes de agacharse.
Una ventaja de este tipo de aseo es que son fáciles de limpiar. Son más baratos de fabricar y consumen menos agua cada vez que se vacía la cisterna. Además, gracias a que no hay contacto directo con el asiento, son más higiénicos. Sin embargo, suelen producir olores mucho más intensos ya que no tienen agua constantemente.



El inodoro estándar que se usa en todo el mundo se denomina inodoro «tipo occidental» en Japón. Estos inodoros, junto con los inodoros de alta tecnología, son más comunes en las casas japonesas que los inodoros tradicionales.. Aunque la mayoría de lugares públicos, tales como escuelas, templos y estaciones de tren a menudo están equipados sólo con retretes tradicionales, en sus propios hogares, los japoneses prefieren poder sentarse. Una particularidad, es que en la cisterna tienen un grifo, así a medida que tiras de la cadena, ese agua se puede aprovechar para lavarte las manos.


El inodoro moderno japonés, a menudo conocido como washlet (ウォシュレット) es el tipo de inodoro más avanzado del mundo, porque ofrece una cantidad asombrosa de funcionalidades.. La idea del washlet provino del exterior, y el primer inodoro con bidé integrado se produjo fuera de Japón en 1964. La era de los inodoros de alta tecnología comenzó en Japón en 1980 con la introducción de la Washlet G Series por Toto, y desde 2002, casi la mitad de los hogares japoneses disponen de ese tipo de inodoro. Aunque el indoro parece como uno occidental a primera vista, tiene una serie de funciones adicionales, tales como secador, calentador de asiento, opciones de masaje, controles de ajuste del chorro de agua, apertura automatizada de la tapa, activación de la cisterna tras el uso, paneles de control inalámbricos, calefacción y aire acondicionado para la habitación, etc. Las funciones son accesibles a través de un panel de control que o bien está a un lado de la taza o en una pared próxima, a menudo trasmitiendo las órdenes de forma inalámbrica.


La función más básica es el bidé integrado, una boquilla del tamaño de un lápiz que sale de la parte de abajo del asiento del inodoro y lanza un chorro de agua . En ningún momento la boquilla entra en contacto con el cuerpo del usuario, es auto-limpiable y se limpia a sí misma antes y después de cada operación. El usuario puede elegir limpiarse mediante la boquilla presionando el botón correspondiente en el panel de control.  Los modelos modernos tienen un sensor de presión en el asiento del inodoro, y opera sólo cuando detecta que el asiento está ocupado. Los primeros modelos no disponían de este mecanismo de seguridad, por lo que los usuarios curiosos que pulsaban los botones mientras miraban el inodoro recibían un chorro de agua tibia en la cara.


La mayoría de los inodoros de alta tecnología también permiten elegir la presión y temperatura del agua, así como la posición exacta de la boquilla. Los washlets más avanzados pueden incluso mezclar el agua tibia con jabón para mejorar el proceso de limpieza. El washlet puede reemplazar al papel higiénico completamente.
Otra función que se encuentra comúnmente es el secador,  para secar las regiones que han sido mojadas tras el uso del bidé integrado. Otras de las funciones son el calentador del asiento, que se puede ajustar entre 30 °C y 40 °C; una tapa automatizada con detector de proximidad, que se abre y cierra conforme a la posición del usuario; vaciado automático de la cisterna; desodorización automática del aire; y superficie resistente a gérmenes. 




Algunos modelos especialmente diseñados para los ancianos incluyen reposabrazos para ayudar al usuario a levantarse tras el uso. Una función de «cerrado suave» reduce la velocidad de descenso de la tapa del inodoro cuando se cierra para evitar que haga ruido, o en algunos modelos la tapa se baja automáticamente tras un tiempo tras el uso. La introducción más reciente es el sistema de desodorización por ozono que es capaz de eliminar rápidamente el olor de los desechos. También, los últimos modelo almacenan los tiempos de uso del inodoro, y tienen un sistema de ahorro de energía que sólo mantiene caliente el asiento en los periodos en los que el sistema predice que se va a usar el inodoro basándose en los usos anteriores. 

Algunos inodoros brillan en la oscuridad o incluso disponen de aire acondicionado para los días cálidos de verano. Otra innovación reciente son los sensores inteligentes que detectan si alguien está frente al inodoro mirando hacia él, en cuyo caso levantan la tapa y el asiento, o si la persona está de espaldas, sólo levantan la tapa.



Recientemente, los investigadores han incorporado sensores médicos en estos inodoros, que pueden medir el azúcar en sangre basándose en la orina, y también el pulso, la presión sanguínea y el contenido de grasa en el cuerpo del usuario. Se están investigando otras medidas. Estos datos podrían enviarse automáticamente al médico a través de un teléfono con acceso a Internet. Sin embargo, estos dispositivos son todavía muy escasos en Japón, y su futuro éxito comercial es difícil de predecir. Está en desarrollo un inodoro operado por la voz que es comprende órdenes verbales. 

Los aseos en Japón tienen accesorios muy similares a los del resto del mundo, incluyendo papel higiénico, escobilla, sifón, etc. Sin embargo, hay algunos accesorios que raramente se encuentran fuera de Japón como:

La princesa del sonido: Muchas mujeres japonesas se sienten avergonzadas ante el pensamiento de que alguien pueda oírlas mientras están ocupadas en el retrete. Para cubrir el sonido, muchas mujeres vaciaban continuamente la cisterna mientras usaban el retrete, desperdiciando gran cantidad de agua. En los años 80 se presentó un dispositivo que, al activarse, produce el sonido del agua al caer sin necesidad de gastar agua realmente. Un nombre comercial común es el de Otohime, que significa ‘princesa del sonido’. Este dispositivo hoy día se instala frecuentemente en los aseos femeninos de reciente construcción, y muchos aseos antiguos también han sido actualizados. El otohime puede ser o bien un dispositivo separado que funciona con pilas instalado en la pared junto al inodoro, o estar incluido en el washlet. El dispositivo se activa pulsando un botón o moviendo la mano frente a un sensor. Al activarse, el dispositivo sintetiza un fuerte sonido similar al de vaciar una cisterna. El sonido para al cabo de un tiempo predeterminado o se puede parar con una nueva pulsación del botón. Se estima que ahorra unos 20 litros de agua por uso. 



Zapatillas de cuarto de baño: En la vida japonesa, se separa las áreas entre limpias y no limpias, y el contacto entre dichas áreas se minimiza. Por ejemplo, el interior de la casa se considera limpio, mientras el exterior no lo está. Para mantener ambas áreas separadas, los japoneses se descalzan al entrar en sus casas para que los zapatos no toquen el área limpia dentro de la casa.  El aseo se considera como un área no limpia pese a encontrarse en el interior de la vivienda. Para minimizar el contacto entre el suelo no limpio del aseo con el suelo limpio del resto de la casa, muchos hogares tienen zapatillas de cuarto de baño frente a la puerta del mismo. Éstas deben ponerse cuando uno entra en el aseo, y deben quitarse cuando se sale. En ningún caso se debe caminar por la casa con las zapatillas de cuarto de baño.


Muchos aseos públicos hoy día tienen ambos tipos de inodoros, aunque tantos otros no los tienen. Muchas estaciones de tren en el área de Tokio y escuelas públicas por todo Japón, por ejemplo, sólo disponen de retretes tradicionales. Además, trenes, parques, templos y restaurantes tradicionales japoneses típicamente sólo tienen este tipo de retretes. Los usuarios que no estén acostumbrados a ellos pueden o bien buscar los cuartos indicados con los kanji 洋式 (yōshiki), las palabras inglesas western-style, un símbolo para el tipo de aseo, o cualquier combinación de los anteriores.  A veces hay máquinas expendedoras de papel higiénico que funcionan con monedas en el exterior de los aseos.
Tanto el retrete tradicional como el de alta tecnología pueden resultar una fuente de confusión para los extranjeros que no están acostumbrados a estos dispositivos. Muchos aseos japoneses disponen ahora de un breve manual escrito en inglés junto al panel de control o tienen botones escritos en inglés para reducir el choque cultural.


Toto es el mayor productor de aseos del mundo, incluyendo washlets .Pero estos por ahora para la  mayoría de los europeos solo son una curiosidad. Quizas en un futuro próximo el mercado de los washlets crezca fuera de Japón, incluso a los japoneses les llevó algún tiempo hacerse a la idea del washlet. Las ventas en Japón también eran lentas cuando se presentó el producto inicialmente en 1980, pero tras cierta aclimatación, las ventas mejoraron significativamente hasta que el 60% de los hogares japoneses tiene uno actualmente. Una razón para que no se comercializa en el resto del mundo es la falta de una fuente de electricidad cerca del aseo. Mientras prácticamente todos cuartos de baño japoneses tienen un enchufe tras el inodoro, muchos aseos extranjeros no tienen ninguno cerca. Finalmente, en Europa, existe la competencia con el bidé tradicional occidental.

Fuente de Información: Wikipedia

1 comentario:

  1. NONONONOO el tradicional me mato el día que me endeude con el banco para ir a japon, creo que aguantare las ganas más de una vez, y en los colegios no como es posible que ese modelo aun sobreviva. Excelente post muy educativo.

    ResponderEliminar